En el hemisferio norte empezó el verano, mientras que en el sur el invierno. Para mantenernos frescos o cálidos, necesitaremos ventiladores o calefactores, lo que conlleva a un consumo energético. Por lo tanto, ¿alguna vez te has preguntado cuánto tiempo podría durar un país si solamente utilizase la energía que tiene almacenada?
En materia económica también están los millennials, ¿qué ocurre con ellos? ¿Siguen siendo los mismos de siempre? Por último, ¿cómo podríamos entender el porqué de una guerra que hoy cumple 4 meses?
Tic tac, empieza «El mundo en menos de 5 minutos»
Con los precios de la electricidad por las nubes, muchas empresas y hogares están buscando alternativas. Desde nuevas fuentes de energía a nuevas tarifas más competitivas. En este sentido, ¿cuánto tiempo pueden funcionar los países con la energía que tengan almacenada?
España lidera el podio con 16 minutos y 19 segundos (8,35 GW de energía almacenada, con un consumo de energía por hora de 31 GWh). Lo sigue de cerca Japón con 15 minutos y 13 segundos (28 GW y 110 GWh). Por su parte, el Reino Unido (4 GW y 38 GWh) y Alemania (7 GW y 63 GWh) podrían funcionar 6 minutos con 52 segundos y 6 minutos con 29 segundos respectivamente. Los últimos del ranking, con Estados Unidos en el penúltimo lugar, tiene 25 GW almacenados pero un consumo de 480 GWh, lo que le rendiría 3 minutos y 50 segundos. Y, China, que mantendría su país funcionando por 2 minutos con 16 segundos dado que sus reservas son de 37 GW y el consumo de 965 GWh.
Lo que han estado disfrutando los millennials todo este tiempo son apps de servicio, globalmente establecidas. Como punto de partida cabe aclarar que es un grupo social conformado por las personas nacidas entre 1981 y 1993-1995. Entonces, a primera luz lo que vemos es su edad actual, los de la generación del 80 hoy tienen 39 años y los más jóvenes 30 a 27 años.
Siendo así, tanto los hábitos de consumo fueron cambiando a lo largo de estos años como las empresas que proveían los servicios y soluciones. En su momento tenían que pagar intereses bajos por la financiación recibida, algo que hoy no es así, y, por lo tanto, están remodelando sus negocios, afirma The Atlantic en lo que titula como el «The End of the Millennial Lifestyle Subsidy«.
Asimismo, como oportunamente comenta El Confidencial: «Los servicios de ‘delivery’ y ‘sharing’ quizá les dieran la falsa sensación de que tenían más dinero del que en realidad tenían, pero parecían una solución aceptable para mantener una especie de sucedáneo de vida de clase media: no burguesa, pero sí cómoda y, además, sin compromisos ni planificaciones, y muchos menos los formalismos que arrastramos los mayores. A sus trabajadores se les vendió que sus empleos supondrían una optimización absoluta del tiempo y las ganas de trabajar. Sin embargo, la economía digital hizo promesas que, como estamos viendo, no va a cumplir. Y eso va más allá de poder decidir si, esta noche, chino o pizza.»
Entonces, la pregunta que cabe hacerse es: ¿y ahora qué?
El escenario mundial actual es difícil de comprenderlo en su dimensión completa si dejamos atrás elementos históricos, políticos e inclusive geográficos. De este modo, Henry Kissinger, gracias a su inmensa experiencia como uno de los principales estadistas del siglo XX, asesor de presidentes, conocedor del mundo, observador y participante en los temas centrales de política internacional de último medio siglo, presenta una profunda y original reflexión sobre las causas que originan la armonía y los conflictos en los asuntos globales.
En esta obra, Kissinger expone su visión del reto fundamental del siglo XXI: cómo construir un orden internacional compartido en un mundo con perspectivas históricas divergentes, plagado de conflictos violentos, tecnología desbocada y extremismo ideológico.
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Nos vemos en 15 días.
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