Mucho se habla hoy día de la internacionalización empresarial, de acceder a nuevos mercados, de diversificar el nicho de clientes, pero ¿alguna vez te preguntaron si estás preparado para ello?
La erupción del COVID-19 hizo que muchas empresas salieran del mercado nacional e intentaran ingresar a nuevos países. No obstante, algunos fracasaron en el intento.
¿Cuáles fueron las razones?
💡 Desconocimiento del producto en el país de destino, el mercado al que se quería acceder, el cambio de divisa e inclusive el potencial de la empresa para llevar a cabo este cometido.
💡 Requisitos de entrada: tanto a nivel jurídico al constituir una empresa en el extranjero como en lo que respecta a las gestiones logísticas y aduaneras en lo concerniente a la venta de los productos y/o servicios en dicho país, hay que prestar particular atención porque lo necesario para ingresar en terceros países, puede ser muy distinto a lo usual en la Unión Europea cuando importamos.
💡 Volvamos al punto 1. El potencial de la empresa. ¿Realmente está preparada tanto a nivel económico como en lo que respecta a recursos humanos? ¿Su filosofía, trayectoria y visión empresarial van de la mano de ese paso? En caso de que así no sea, será muy difícil de sostener porque habría un choque interno, en la propia organización empresarial y también en lo financiero, por el dinero que se destina a la nueva filial. En pocas palabras: no se consigue valorar lo que se está haciendo.
¿Cómo podemos evitar el fracaso más allá de los tres puntos antes expuestos?
Con un estudio de mercado en el que el epicentro sea tu empresa.
Partimos de ahí y lo hacemos juntos, viendo debilidades y fortalezas. Una radiografía sincera pero potencial de lo que se podría llevar a cabo de forma exitosa.
Suscríbete a nuestra newsletter.
Te mantendremos informado de todas las novedades
